Uno de los componentes esenciales para los juegos de rol es la Imaginación (así, con mayúsculas). Sin ella, difícilmente podremos sumergir a nuestros jugadores, o a nuestra propia mente, en el mundo/partida que hayamos diseñado. Pero aun es más, sin la Imaginación no existiría nada de esta afición. Hoy, en la caverna, damos unos apuntes sobre este elemento primordial.
En más de una ocasión dejamos de lado la Imaginación en los juegos de rol. Puede ser de muchas formas, pero se manifiesta ese ataque, casi diría que gratuito, a la Imaginación en cualquiera de las facetas de los juegos de rol. Ahí van unos ejemplos.
La ayuda de mapas, fotografías, figuras y demás pueden ayudar a los jugadores a visualizar más fácilmente la situación. Este tipo de recursos, que pueden ser agradecidos por muchos, no suelen contar con mi aprobación, pues me gusta dar rienda suelta a la imaginación de cada cual.
En mi opinión, al igual que con esa primera imagen de la película sobre un libro que uno idolatra, los recursos visuales o cartográficos en los juegos de rol pueden ser perjudiciales. Ya lo he contado en la campaña de Star Wars que os llevo relatando un buen tiempo, pero mi propia prima me soltó una frase brutal al enseñarle fotos de Cloud City: "Estás destruyendo mi imaginación". Amén a eso. Con niños no abuséis de imágenes. La imaginación es intensa en ellos.
Por supuesto, usar todo tipo de ayudas deberían, pues eso, "ayudar", pero en mi experiencia rara vez he necesitado emplear tales recursos. Es más, creo que llevar al extremo el uso de mapas y cartografía acerca más el juego a un War Game que a lo que entiendo que debe ser un juego de rol.