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viernes, 16 de julio de 2010

Star Wars Knights Of The Old Republic

Este pretende ser un repaso general al que a mí me parece, hasta el momento, el juego cumbre de Bioware. Obviamente, este será tema de discusión para los aficionados a juegos como Neverwinter Nights, Baldur's Gate o Dragon Age (De cuya segunda parte ya se pueden ver imágenes en hardgame2, o vandal, por poner un par de ejemplos). Pero para mí no hay duda, pues Knights Of The Old Republic (KOTOR) es un juego simplemente sensacional. He de decir que, como casi todo, descubrí algo tarde el juego. Fue allá por 2006 cuando buscando un juego en el que entretenerme me topé con esta maravilla que había sido lanzada en 2003. Tres años de retraso, pero nada que me asuste, pues estoy sumamente acostumbrado a aficionarme a antiguedades cada dos por tres.

Lo primero que me atrajo de KOTOR fue la temática. Star Wars siempre me ha apasionado, por lo que cada vez que puedo intento hacerme con todos los juegos de la saga con los que me topo. Esperaba que KOTOR fuese un nuevo éxito en mis recientes experiencias, tal y como lo había sido Jedi Outcast, a diferencia de Empire At War, que me pareció que no estaba a la altura. Así pues, la temática me tenía ganado de antemano, pero faltaba ver la ambientación, calidad gráfica, historia y demás elementos que forman parte de un juego.

En cuanto a la ambientación, me atrajo la idea de moverme en un plano temporal distinto del visto en las películas. Toparse con Luke o Chewie como en Jedi Outcast está bien, pero sin pasarse, dejando que sean protagonistas los personajes del juego, y no los personajes/actores de las películas. Ese fue uno de los aciertos de Jedi Outcast, en el que Kyle Katarn adquiere todo el protagonismo, a pesar de esos pequeños cameos que no aportan demasiado al núcelo de la historia. Así pues, situar KOTOR 4.000 años antes de la Batalla de Yavin fue todo un acierto.

Era importante que la estética Star Wars fuera respetada, y puedo decir sin duda alguna que KOTOR cumple sobradamente esto. Se nota que el universo de George Lucas nos envuelve, pero también que estamos en un ambiente más viejo y "usado" que el de la trilogía original, lo que aporta credibilidad al plano temporal del juego. Esa mezcla de "tecnología antigua", término que podríamos emplear al ver por ejemplo los paneles de mando de los X-Wing de Una Nueva Esperanza, está presente en KOTOR, pero con un toque más antiguo si cabe, lo que está armónicamente enlazado con esa frase "Hace mucho tiempo..."

También son creíbles los escenarios. Algunos eran conocidos, por lo que poco o nada quedaba para la imaginación como el caso de Tatooine, pero en otros casos las referencias eran escasas para aquellos aficionados que se quedaron en las películas. Es indudable que la referencia de Taris es Coruscant, aunque no llega a la grandiosidad de este planeta. Me resultó fastuoso, como si me moviera entre los rascacielos de Nueva York. De alguna forma te hacía sentir insignificante. Me gustó el guiño a Yavin, pero se me quedó algo corto, la verdad (Aunque es cierto que ya tuve una buena dosis del plantea en Jedi Outcast). Dantooine fue otro guiño a Una Nueva Esperanza. Me pareció un buen aporte, aunque la música del planeta me ponía un poco de los nervios. Korriban, en cambio, no me aportaba valor antes ni después de la visita en el juego, por lo que no me pudo defraudar. Manaan me impresionó bastante, y me resultó muy curioso y sorprendente, al igual que el extraño lenguaje de sus habitantes. Pero fue Kashyyyk el que me convenció desde el primer momento. Noté el envolvente sonido salvaje de la flora y la fauna del planeta de los Wookiees, como si toda esa naturaleza virgen se echara encima mía repeliendo a un agente extraño. Por todo ello, Kashyyyk me maravilló (De hecho, fue el primer planeta que visité una vez que me podía mover por el espacio a voluntad, por lo que el efecto fue mucho mayor). Por último, el Mundo desconocido me resultó igualmente salvaje, aunque menos esplendoroso que Kashyyyk. Además, a esa alturas de juego, la historia cobra tal fuerza que nigún escenario podría haberla ensombrecido.

Los gráficos y vídeos los considero excelentes. La ambientación no habría sido la misma sin ellos, por lo que no les puedo reprochar nada. Es cierto que en algún que otro planeta había fallos, como el famoso bug de Dantooine que provocó más de un quebradero de cabeza, pero se trata de una pequeña imperfección en una obra maestra. Me entusiasmaron las escenas de vídeo con tinte cinematográfico como las conversaciones entre Malak y Saul, en las que realmente parecías ver charlar a Darth Vader con Piett. Sentías la tensa conversación y la sumisión de Saul, como si en el ambiente se estuviese urdiendo un arrebato de ira sith. Fue, sin duda, un ejemplo más de atracción para el jugador.

La historia es, sin duda, lo mejor del juego. No quiero meter un spoiler, pero de verdad que es sorprendente, y que a uno le termina cuadrando todo. Me quedé atónito la primera vez que jugé, como si hubiera descubierto la cuadratura del círculo, o algo por el estilo. La sucesión de flashbacks posterior hace patente la coherencia y solidez del argumento, cuyo desarrollo va de menos a más, con algunos momentos cumbre y antagonistas excepcionales. El personaje de Calo Nord me parece maravilloso, y un archienemigo como Malak con un tinte robótico, extraordinario. La irrupción de Darth Banon, en cambio, me pareció algo así como "mucho ruido y pocas nueces". Una lástima, la verdad. Todo estos elementos añaden a KOTOR un plus del que carecen la mayoría de los juegos de hoy en día.

En cuanto a los personajes que acompañan al jugador principal, cuya creación inicial me parece bastante completa, destaco a los tres que más emplee. Se trata de Carth, Bastila y Canderous. Especialmente, me gusta la tosca forma de ser del Mandaloriano, al que utilizaba junto a Carth para dar cobertura a mi personaje, de nombre Kyle Katarn en honor del mercenario neorepublicano de Jedi Knight. Bastila, por su parte, aportaba apoyo Jedi de gran utilidad, aunque tal vez no era tan contundente como pudiera esperarse. Del resto de personajes destaco a T3-M4, que me salvó de más de un apuro, aunque en KOTOR 2 lo utilicé mucho más. Por su parte, Jolee y Juhani dependen en exceso de la Fuerza, aunque nunca vienen mal. Zalbaar es todo fuerza bruta, pero no tiene el carisma de Chewie, mientras que Mission se queda un poco en tierra de nadie. Por último, el sarcasmo de HK-47 siempre es bienvenido, a pesar de su inagotable sed de sangre.

El sistema de batalla me pareció lento en primer momento. Debió ser la primera imprensión, sin duda, lo que me llevó a pensar de aquel modo, pues una vez que te acostumbras a él le sacas partido y se hace muy rápido, incluyendo ataques simultáneos que dan una sensación de batalla real que no obtendrías con combate por turnos al uso. A ello, hay que añadirle la posibilidad de interactuar con cientos de personajes con conversaciones de todo tipo. Las historias secundarias de cada uno de tus compañeros de grupo, que parecen interminables, añaden más profundidad a la personalidad de éstos, y dan pie a explicaciones sobre su actitud y forma de ser. El juego se completa, si es que hacía falta más, con las típicas decisiones a lo largo de toda la historia de la aventura que te llevarán a dominar la luz, o ser el más tenebroso de los sith. Todavía recuerdo lo emocionante que fue conocer el Código Jedi al iniciar la instrucción en Dantooine, y visitar la Academia Sith de Korriban, con ese ambiente de pura maldad que casi se podía saborear.

En definitiva, estamos, salvo que The Old Republic lo cambie, ante el juego más completo, apasionante y bien desarrollado (Enorme mérito de Bioware) de Star Wars. Como siempre, os recomiendo que os hagáis con él y lo difrutéis tanto como yo. No os defraudará.

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