Te odio, Peter Jackson (II)

Prosigo con mi cruzada personal contra Peter Jackson con mi análisis de la segunda entrega de El Hobbit "La desolación de Smaug". Al igual que con la primera de las películas, me he molestado en ver la versión extendida, un largometraje de tres horazas. Estad tranquilos, pues no creo que os lleve mucho más de cinco minutos leer esta entrada.

Como recordaréis, habíamos dejado a Bilbo y compañía en las garras de las águilas, justo después de destrozar uno de los mejores capítulos del libro. En esta segunda película el grupo debía atravesar el bosque Negro, no sin antes visitar a Beorn. Sin embargo, el bueno de Peter mete un flashback para presentarnos la conversación inicial entre Gandalf y Thorin. Ya que os ponéis pesados, os diré mi opinión: yo lo habría incluido en la primera película. Bueno, no nos engañemos, no lo habría incluido... El bueno de Peter es muy de llenar huecos al principio de las películas, tal y como hizo en Las dos torres con la batalla entre Gandalf y el Balrog.

En el libro, el encuentro de Beorn es una demostración de ingenio de Gandalf donde además se presenta a un personaje peculiar dentro del propio mundo de Tolkien. Pues bien, la llegada a la casa de Beorn se parece como un huevo a una castaña al libro. Primero, con la noche que pasa el grupo resguardado en el cobertizo y luego por lo apresurado de la historia de Gandalf para presentar a los enanos. Estos cambios le restan gracia a la escena y no sacan todo el partido que debieran a Beorn.

La apariencia no termina de convencerme

Pasamos a una escena con Bolgo (sí, Bolgo) que aparece a destiempo. Lo curioso es que se presenta como si fuese un orco cualquiera, sin molestarse en indicar que es hijo de Azog. Por supuesto, esto se debe al problema arrastrado desde la primera entrega de meter cosas con calzador y alterar la historia de El Hobbit...

Llegamos al bosque y el grupo se enfrenta a las arañas. Ciertamente, me parece de lo más acertado de la película, pues hay muchos guiños al libro que se han respetado, como los nombres de las arañas o a escalada de Bilbo a los árboles. Como os digo, de lo mejor de la película.

Llegamos a los elfos. Ay.... En serio, lo de Tauriel y Kili (¿o es Fili?) es de vergüenza. La historia de amor encaja TAN mal en una película como esta. Además, meter con calzador a Legolas no aporta nada a la película. Sin duda, se ha buscado espectacularidad en las batallas y atraer al público que no ha leído el Hobbit. Sin embargo, las cuestiones sobre la relación entre Legolas, Thranduil y Tauriel está cogida con pinzas... Nuevamente, el bueno de Peter patina por querer encajar el Hobbit con El señor de los anillos. Demasiado (des)arreglo para que las seis películas sean un todo...

Mejor no digo nada....

La película avanza con la escena de los barriles y esa lucha propia de parque acuático entre elfos y orcos. Después de esta "creíble" escena, conocemos a Bardo, como una suerte de ídolo de masas y contrabandista más fichado que el protagonista de Syphon Filter. La notoriedad de Bardo es excesiva desde el principio, algo que no encaja con lo visto en el libro. Ciertamente, creo que se le ha dado un enfoque que no cuadra mucho al personaje.

Por el resto, la acción en la ciudad del lago se lleva más o menos bien, salvo por la irrupción de los orcos en la ciudad (!!) y el ayudante del gobernador, que parece un personaje que sobra a todas luces. Llega un punto que uno quiere que la cosa avance más rápido, y por suerte no tiene que esperar mucho. Sin embargo, esa aparición de Legolas en la ciudad del lago (que puede haber sido aplaudida por muchos para aumentar la espectacularidad de las escenas) vuelve a dar una seria patada a la obra de Tolkien.

La llegada a la Montaña solitaria le hace a uno recuperar la fe en Peter Jackson. La apertura de la puerta y la conversación entre Sherlock y John Watson (¡perdón!) entre Bilbo y Smaug, es lo mejor de la película. Es una escena muy bien trasladada y bastante fiel al libro. Es, en cierto modo, tan brillante como la charla entre Bilbo y Gollum de la primera película.

Todo sigue bien, hasta que a Peter se le pira la pinza de nuevo. ¿A qué viene esa persecución con los enanos por toda la montaña? ¿Hacía falta tanto absurdo? Yo creo que todo el mundo era consciente de que Smaug no iba a morir tan pronto, y los que hemos leído el libro pensamos ¿Pero qué...?

Podría concluir sin más esta entrada, pero no quiero dejar pasar por alto lo que yo llamo "El relleno". En esta película se sigue contando qué hace Gandalf cuando está fuera del grupo. Ese encuentro en Dol Guldur con Thrain no aporta a la historia nada. En el libro, ya se habla de cómo consigue Gandalf el mapa y la llave de Erebor, que es la única razón por la que podría llegar a interesar meter la escena con Thrain. Sin embargo, la escena se mete en la película, queda más que patente que el peligro de Dol Guldur está ahí y es real, y queda más claro aún que la sorpresa de todo el mundo en el Señor de los anillos por la llegada de Sauron no tiene sentido alguno.

En fin, mi odiómetro ha bajado bastante ya. Creo que lo mejor será relajarse y esperar a que se llene otra vez para ir pensando en terminar la tercera y última de las entradas de este tema.