Sí, amigos de la caverna. También de fútbol puede vivir el friki. Hoy, con algo de retraso sobre lo que pensaba, hablo de PES 2017, mi adquisición deportiva de los videojuegos de este año.
Estuve dando vueltas a qué comprar, y cada temporada me debato entre FIFA, PES
y NBA2K. En esta ocasión me he decantado por PES, no porque NBA2K no siga siendo
de mi agrado, sino porque llevaba un par de años ya sin un juego de fútbol que
jugar, y eso es mucho. Mi último juego de fútbol fue el infame PES 2015, y no sabía muy bien qué hacer.
Decantarme por PES no ha sido fácil. Muy al contrario, la
decisión me ha llevado más tiempo del habitual receso de cinco minutos que me
empuja a hacer compras compulsivas. Como os habrá pasado a más de uno, la
elección PES-FIFA es una compleja decisión.
FIFA tiene innumerables puntos a favor. En primer lugar, las
licencias siempre son completas. Nunca hay que plantearse si el Real Madrid será
MD White, o si tal liga u otra estará incluida. Ese problema, digno de estudio
en PES, lo tiene solventado EA a base de pasta. PES no se gasta un duro en licencias de equipos o ligas, o casi ni un duro. Eso pesa, y mucho, y casi termina por hacer que me decantase por FIFA, pero hay otros factores a considerar.