Final Fantasy XV A new empire

Había pensado en escribir una entrada positiva de este juego, pero no. No lo voy a hacer. No voy a venderos la moto con la atracción inicial que suelo sentir por este tipo de juegos con compras integradas. Porque eso es este juego. No os llevéis a engaño. 

Si queréis buscar algún paralelismo, se me viene a la cabeza la mecánica de Clash of Clans: almacena recursos, construye, espera, sigue almacenando recursos, sigue construyendo, sigue esperando. A eso se une la parte que menos me gusta de estos juegos: los ataques entre jugadores. Cuando estás a punto de alcanzar los tropemil millones de unidades de cierto recurso, te atacan, pierdes mucho tiempo de almacenaje, y vuelta al punto de partida. Es frustrante. 

Antes de llegar al momento de decir basta, he jugado más de una semana, llegado al nivel 15 con Noctis (lo único gracioso del juego es crear equipo para el héroe, con el que atacas monstruos como la actividad más destacable, aunque hasta para eso hace falta paciencia). Os pongo el vídeo del tráiler para que vosotros mismos veáis lo que ofrecen.

Más allá de eso, el juego te ofrece compras con una insistencia que roza el acoso. Es evidente que ahí está el negocio, pero en ocasiones el juego se hace injugable. Estás tratando de construir algo, das por accidente a un anuncio, y olvídate un ratito de jugar. Eso por no mencionar el gasto de datos que supone. Bendita red wi-fi. 

En fin, amigos de la caverna, este juego no me ocupará más tiempo, y eso que había empezado con ilusión.