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jueves, 2 de noviembre de 2017

Escapar de los esclavistas

La explosión fue bestial, mucho más de los que se podía esperar aunque hubiese lanzado segundos antes un detonador termal contra el terminal de energía. Algo no cuadraba, pero eso era algo que únicamente saltaría a la vista minutos más tarde. Por el momento, la gran preocupación que teníamos Kyle y yo era que los mandalorianos no nos masacraran. 

Los disparos de bláster volaron, las granadas explotaron y en menos de cinco minutos el techo de la instalación comenzó a derrumbarse por aquí y por allá. De repente, vimos cómo un grupo de wookiees campaba a sus anchas comandados por alguien familiar.

- ¿Pero ese no es....? -pensé para mí. Antes de que me diera cuenta me habían zarandeado, golpeado la cabeza y perdido la consciencia. 

No sé cuánto tiempo pasó, pero desperté junto a Kyle. Su sable de luz, literalmente, echaba humo. Sin embargo, los humos eran los que tenían nuestros acompañantes en aquella pequeña sala de carga.

- Katarn, la has liado buena, estúpido saltimbanqui.

La edulcorada forma de hablar de Lando Calrissian había desaparecido tan pronto como desaparecen las damas a las que cortejar cuando advierten su pillería. Al parecer, Lando estaba buscando unos informes de inteligencia robados a la Alianza y, casi por casualidad, se había topado con las celdas donde estaba "alojado" el hijo de Chewbacca. Su idea de provocar explosiones controladas en el complejo se unió a mi ímpetu, y lo que se suponía una distracción para escapar con los informes se convirtió en una batalla campal.


Kyle explicó a Lando la razón de nuestra estancia allí, y al menos ya sabíamos dónde debíamos ir tras hablar con el hijo de Chewbacca. Pero lo complicado iba a ser escapar de los esclavistas con vida. Lando nos explicó su plan de huida, nos miramos las caras, y empezamos la fiesta. Todo iba bien, si por bien entendemos el uso indiscriminado de blásters y la constante aparición de explosiones, hasta que fuimos rodeados por un nutrido grupo de madalorianos. Allí parecía acabar nuestra huida, peor un nuevo golpe de suerte nos sonrió.  

- Contened los blásters, mandalorianos. Somos el clan Wren, vamos a recuperar esta instalación y recobrar el honor de nuestra gente. Largo de aquí.

Sólo tiempo después, cuando viajábamos lejos de allí, supimos que los esclavistas que se hacían llamar mandalorianos eran unos delincuentes de poca monta que habían usurpado la identidad de varios clanes de Mandalore. Mala idea, sin duda. El honor sigue siendo vital entre los mandalorianos, y el esclavismo no parecía ser uno de los baluartes en los que se asentaba en esa época. Kyle y yo, por nuestra parte, seguíamos ya nuestro viaje. Nuestro destino, los restos de Jeda. 

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