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viernes, 19 de mayo de 2023

El señuelo

Skywalker me observó detenidamente, buscando algo destacable en mi postura y en mi mirada. Tanto él como Katarn no intercambiaron palabras durante varios minutos. De repente, comenzaron a meditar a la par, mientras yo miraba la situación con cara de pasmo. Tras un tiempo que no podría saber cuánto duró,  pero que me pareció eterno, el ambiente de la habitación se volvió tenso. Al final, aquel trance llegó a su fin.

- Es una trampa, Kyle. Prepárate.

Sin mediar más palabras, ambos jedi sacaron sus sables a relucir, nunca mejor dicho. Las luces de la casa de Katarn habían sufrido un oportuno apagón y sólo se podía ver el halo inconfundible de los sables láser de ambos jedi. Fue entonces cuando escuchamos esa voz, la del sith que nos encontramos tiempo atrás en aquella mina de Jedha.

- ¡Qué previsible! Sabía que acudirías buscando la ayuda de ese idiota de Skywalker. Pronto el emperador me compensará como es debido.

El sable rojo del sith describió un arco de arriba a abajo buscando el cuerpo de Skywalker. Sin embargo, el sable del jedi interceptó el golpe. Kyle fue en ayuda de Skywalker,  pero el sith lanzó un rayo que le impactó de lleno. Un grito de dolor inundó la habitación. 

Mientras todo se sucedía a mi alrededor,  reparé que no estábamos solo los jedi, el sith y yo. Unos androides de la serie IG-88 habían entrado por una ventana aprovechando el ruido de la batalla.  Tiré una mesa para resguardarme y ocultar tras ella a Kyle. Y comenzaron los disparos...

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