Hoy os hablo de la que, tal y como indico en el título, es una compra "no tan" compulsiva: jedi survivor. Os preguntaréis a cuento de qué pongo "no tan" compulsiva. Es muy sencillo. Durante mucho tiempo he estado estirando y estirando mi PS4. No sufráis por ella. Sigue en buena forma, instalada en el salón para enchufarla a conveniencia. Sin embargo, el catálogo de PS4 empieza a sufrir el atropello de la PS5, y tenía entre ceja y ceja este juego desde mucho antes de que me comprara la PS5. Porque sí, la compra "sí compulsiva" que ha precedido a Jedi survivor es la de la PS5.
Entremos ya en faena en esta reseña sobre Jedi survivor, comenzando por decir que algún spoiler voy a ir soltando, por lo que quedáis avisados de antemano. Comencemos por el principio. Jedi survivor nos vuelve a poner en la piel de Cal Kestis, uno más de los supervivientes de la Orden 66. Después de los eventos de Fallen Order, en el que Cal descubre un listado de niños sensibles a la Fuerza, Cal lleva 5 años luchando contra el Imperio sin la compañía de Cere, Merrin ni Greez. Sin embargo, eso cambiará bastante pronto en el juego. Después de una misión contra el Imperio en Coruscant en la que conoce a un mercenario llamado Bode, Cal llega al planeta Koboh, donde Greez se ha asentado. Nada más llegar se enfrenta a unos piratas que atacan a los lugareños y una cosa lleva a la otra hasta descubrir a un jedi de la Alta república que ha sobrevivido en un tanque de bacta que está tras la busca del modo de llegar a Tanalor, un planeta en el que espera un templo jedi y que podría servir de refugio para huir del Imperio.
De momento, dejo ahí la historia porque me quiero centrar en el análisis del juego en sí. La mecánica es esencialmente la misma que en Fallen Order, y eso es bueno. Tiene algunas novedades como nuevas posiciones de sable, incluida la de sable y pistola, que es la que más he usado, pero tampoco hay mayores cambios. Debido a esto, el sistema sigue siendo ágil y los combates no son especialmente complejos. De hecho, en la dificultad "modo historia" son ridículamente sencillos. Por supuesto, siempre hay algún rival especialmente duro, pero con carácter general se puede sobrevivir de manera más o menos sencilla.
En cuanto a la exploración, que es lo que me parece que aporta más al juego, hay que tener en cuenta que Koboh es mucho más grande que cualquier otro planeta previo. Sigue pareciéndome que el mapa es un poco molesto a la hora de navegar por él. De hecho, no lo puedes tener minimizado a la par que caminas, y el sistema de balizas con el que puedes marcar en el mapa tus puntos de interés no me parece que ayude demasiado. Si unimos eso a la ingente cantidad de coleccionables que hay (especial mención a las semillas del jardín de Koboh) tienes juego para rato. Por supuesto, tener mucho que explorar y que reunir es excelente. No hay nada peor que finiquitar un juego en 10 horas, y Jedi survivor nos arrancará muchas horas de vida, especialmente si reunimos todos los coleccionables de los que hablaba.
Retomando un poco la historia, además de Koboh y Coruscant visitaremos Jedha, donde Cere se ha asentado para reconstruir el archivo jedi con la ayuda de unos adeptos a la Fuerza llamados Anacoretas. Junto a ella está Merrin y el maestro Cordova, que en mi cabeza siempre estuvo muerto (SPOILER: con paciencia todo llega). Visitar Jedha, o más recorrerlo, se hace un poco fatigoso porque es un mapa que tiene una gran extensión. Sin embargo, es un planeta en el que se experimentan varios de los puntos principales y culmen de la aventura. En esta línea, no sólo conocemos al Maestro Cordova, sino que vemos la caída de Cere ante Darth Vader. No me apasiona demasiado el exceso de protagonismo de Darth Vader en los productos de la era Disney, con especial mención a su aparición en la serie de Obi-Wan, pues están abusando un poco del personaje, pero ciertamente algo debió hacer desde la creación del Imperio y la Alianza, por lo que en algún momento tenía que aparecer.
En todo caso, y a diferencia de lo que noté jugando a Fallen Order, no he tenido tanta sensación de enfrentamiento a las fuerzas del Imperio, y eso que el plato fuerte viene ahora: Bode, el mercenario del que os hablé al principio, es un espía del imperio y es, cómo no, un superviviente de la Orden 66. Aunque tiene sus razones para actuar como lo hace, pues tiene una hija y eso condiciona mucho sus motivaciones, no sé si era muy necesario otro superviviente (oye, que el juego se llama Jedi survivor. Gran argumento, pero entonces llámalo Jedi survivors).
Y finalizo con algo más sobre el juego. Lo he disfrutado mucho, me ha aportado muchos y le he echado un buen número de horas (aunque todavía me quedan trofeos por lograr y ver si hago la partida+). Es un juego que merece mucho la pena, aunque ciertamente no sé si decir si Fallen Order me gustó más o menos. En cualquier caso, mereció la pena.
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