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martes, 28 de enero de 2025

Compras compulsivas: jedi power battles para Ps5

Sí,  amigos, os encontráis ante una nueva entrada de esa serie de posts que podríamos agrupar bajo el concepto ¿En qué se ha gastado esta vez el dinero el tarado de Bindôlin? En esta ocasión, llega el turno a Jedi Power Battles.

Sí,  la evidencia es aplastante. Este juego ya existió en play station, que por entonces no era ni play station uno ni ps one ni nada por el estilo, a principios de siglo. Fue un juego de mucho recorrido en mi grupo de amigos porque nos permitía jugar a dobles y afrontar mejor algunos de los niveles más endiablados que ofrecía,  y que ofrece, pues esta nueva versión del juego, siendo generosos con lo de "nueva", viene a aportar muy pocas novedades en forma de algún personaje nuevo, y poco más. 

Llegado este punto, os preguntareis por qué he comprado el juego. Pregunta lícita,  sin duda, y respuesta obvia a poco que conozcáis el blog: pura y genuina nostalgia. Como os decía antes, este juego tuvo mucho recorrido entre mis amigos (y yo mismo, claro) y quería tenerlo disponible para jugarlo cuando quisiera y ver si había envejecido bien. Spoiler: la verdad es que no.

En efecto, el juego sigue con los problemas que tenia en su momento y que no han sido mitigados ni un poco (e intuyo que tampoco interesaba). En primer lugar, algunas pantallas son largas hasta decir basta, con algunas misiones que si las fallas te obligan a empezar de cero, lo cual hace aflorar mis traumas de adolescencia. Por otro, es un juego de plataformas que tiene unos controles bien malos, con lo cual terminas piñándote de la peor de las formas posibles. 

martes, 21 de enero de 2025

Mi padre Filas

Vuelvo hoy a vosotros con más historias de mi vida en la Tierra Media, y quiero detenerme hoy en mi padre Filas, hijo de Feltan. Mi padre, a pesar de haberse mantenido fiel a Thranduil la mayor parte de su vida y consagrarla a la protección del Bosque Negro, conoció en su juventud, antes de unirse a mi madre Gilglin,  el amor por el mar propio de los Teleri.

Allá en la primera edad del mundo, cuando la mayor parte de éste se sumía en la guerra por aquellas malditas joyas de Feanor, mi padre aprendió de Cirdan las artes más refinadas en la construcción de barcos. Tal era el amor que mi padre sentía por el mar, que su corazón estuvo a punto de ceder en más de una ocasión y abandonar la Tierra Media. Si eso hubiera sucedido, hoy estaríais ante un papiro en blanco, pues yo no habría nacido.

Pasaron años y años, hasta que se contaron por siglos, y mi padre estaba cerca de ceder a la tentación. Esa cantidad de tiempo puede parecer mucha a vuestros ojos mortales, pero para alguien  de mi pueblo son apenas un instante. Y precisamente eso, un instante, es lo que bastó a mi padre para enamorarse de mi madre. 

jueves, 16 de enero de 2025

Socios por conveniencia

La Valley abandonó la órbita del planeta de manera pausada, pues tocaba realizar los cálculos de astronavegación pertinentes para poner rumbo a las coordenadas indicadas por Ellors Madak. Cualquier novato pensaría que, con las coordenadas en la mano, basta con acelerar a la velocidad de la luz para llegar seguro a cualquier destino. Sin  embargo, cualquier experto sabe que un cálculo errado podría acercar tu nave a alguna supernova. Viajar por el espacio no es como dar un paseo por el campo, amigos.

Ellors me miró con esos ojos vacíos llenos de desconfianza que yo mismo habría tenido si estuviera en una nave ajena. Lo respeté y lo respeto. Aquella situación no era agradable ni para él ni para mí. Sin embargo, nuestros intereses eran comunes en aquel momento: yo tenía que pensar en mi tripulación y él en la suya y su nave, que estaba repleta de un importante cargamento del que no quería hablar (y de ahí que yo supiera que era importante).

Introdujimos las coordenadas, realizamos los cálculos y saltamos al hiperespacio. Aunque Walk no estaba a bordo, me sé manejar en mi propia nave. Eso es algo que tengo que recordar más a menudo. Ellors comenzó a analizar algunos de los cuadros de instrumentos de la cabina, reparando en algunas de las modificaciones que yo mismo he realizado a lo largo de esos años.