Hace tiempo que tenía ganas de ver esta película: Final Fantasy VII Advent Children. La idea de una película de FFVII me atrajo desde el principio, sobre todo después de Final Fantasy La Fuerza Interior, que no tenía nada que ver con el juego, y no me gustó nada. Soy un ferviente seguidor de FFVII. He jugado infinidad de horas, me he pasado el juego infinidad de veces, intento tener a todos los personajes con la invocación Caballeros de la mesa Redonda en nivel MAESTRO, intento lograr todos los secretos, armas, accesorios... En fin, que soy un fan de FFVII a más no poder. Y creo que por ello, mis expectativas eran altas, vaya eso por delante. La siguiente opinión está basada en mi impresión, una vez meditada y en frío, de la película. Incluyo aspectos esenciales de lo que pasa, así que no sigáis leyendo si no lo habéis visto.
La calidad técnica de la película es indiscutible. Los escenarios, los detalles, los gestos de los personajes arrojan unas imágenes espectaculares. Los lugares eran reconocibles, aunque se echaban en falta más referencias geográficas, más variedad de escenarios. Me parecieron un poco raros los personajes, pero claro, acostumbrados como estamos a verlos con la calidad gráfica de 1997, cualquier mejora en la textura y el rostro de los héroes choca, ya que no es a lo que uno está habituado. En resumen, la calidad gráfica es el principal punto fuerte de película.