miércoles, 28 de agosto de 2024

Juegos de verano

Retomo hoy la publicación de entradas en la caverna contando lo que he hecho este verano a nivel lúdico "videojueguil", que es una palabra que me acabo de inventar. Allá vamos. 

Soy una persona de costumbres, de recuperar juegos antiguos y de repetirlos hasta la saciedad, como bien sabéis, y este verano no ha sido una excepción. Cada verano, cuando llega el calor, los chicos se enamoran (sí, así de mayor voy siendo ya) y me viene a la cabeza el mismo juego, que repito en cada periodo estival: Assassins Creed Black Flag.


Poco o nada os puedo contar sobre este juego que no haya contado ya en las innumerables entradas que he hecho sobre él o la saga a la que pertenece. Lo que sí puedo hacer es repetir que cuando llega el verano una de las sensaciones que llegan a mi mente es la del calor en la playa, y eso me lleva necesariamente a pensar en Edward Kenway surcando el caribe, notando la brisa marina a bordo del Jackdaw y fondeándolo en busca de tesoros en pecios hundidos o abandonados en playas desiertas.

Por tanto, con eso he estado, jugando a este juego por enésima vez, y lo he disfrutado nuevamente mientras saqueaba todo tipo de barcos españoles e ingleses (bueno, se disfruta más saquear estos últimos,  la verdad). Aunque el juego tiene las limitaciones lógicas del paso de los años y de haberlo jugado más veces (tener la flota de Kenway al completo desde el principio, por ejemplo) sigue siendo un reto explorar los mares y conquistar Gran Inagua o los fuertes.