jueves, 20 de diciembre de 2012

Diario de campaña: Star Wars d6 (IV)

Continuando con el relato de la campaña de La Guerra de las Galaxias: el juego de rol que estoy desarrollando con mis primos, os puedo contar que el grupo seguía escuchando gruñidos detrás de más cajas de la sala. Al parecer, no habían logrado retirar todas. Cornelia, ante el asombro de todos, se dipuso a moverlas ella misma. El ímpetu que demostró fue tan grande que se golpeó la cabeza al rebotar las cajas contra la pared. Por fortuna, estaban vacías.

Mientras que Cornelia trataba de reponerse, y considerando que la programación de R2-F5 todavía no estaba del todo desarrollada, Kyle hizo las veces de técnico. La puerta, de baja seguridad, emitió un sonido afirmativo de apertura. A pesar del rápido éxito cosechado, Jaden, el cazarecompensas, reflejaba en su cara cierto gesto de desencuentro por no haber empleado algún método más violento de apertura, como una granada o un disparo con su bláster de repetición. 


Sea como fuere, el grupo vio un pequeño alienígena que se lamentaba en el suelo. Un rápido vistazo, y un buen conocimiento de razas galácticas, permitió a Cornelia deducir que aquella criatura era un Ewok. Kyle se aproximó al pequeño aborigen de Endor para comprobar que precisaba atención médica. Tras vacilar, finalmente Kyle gastó uno de sus medpac para curar a la criatura. 

Pasó el tiempo sin más tarea que esperar a ver cómo se recuperaba el Ewok, si es que lo hacía. Finalmente, y por fortuna para todos, el alienígena estaba de nuevo en acción. De repente, empezó a parlotear en su idioma para, traducción de Cornelia mediante, decir a Kyle que le seguiría allí donde fuera en agradecimiento por lo hecho. No es una deuda de vida tan provechosa como la de un Wookiee, pero pronto iba a empezar a dar sus frutos. Por cierto, el pequeño oso peludo respondía al nombre de Yub.

El grupo, tras unos pocos pasos, llegó a una bifurcación. Izquierda o derecha. La elección de Cornelia fue la izquierda. En ese camino se toparon con un cazarecompensas, otro más si contamos a los que recibieron al grupo a su llegada a aquellas instalaciones. En esta ocasión, Kyle se acercó sigilosamente y disparó sin oposición alguna. El cazarecompensas ni se dio cuenta de lo que pasaba. El grupo, sin vacilar, se hizo con el equipo del cazarecompensas, que no era nada del otro mundo, dicho sea de paso.


Un nuevo pasillo se abría ante el grupo. En él, los rayos de seguridad estaban activos para tratar de detectar intrusos. Sin embargo, el sistema no estaba diseñado para seres de tan baja talla y agilidad como un Ewok. En alguna ocasión dando un salto, en otras pasando por debajo del rayo, el caso es que Yub llegó hasta el panel de control de los rayos de seguridad. El problema venía ahora, pues la pericia de la criatura con los ordenadores no se suponía muy grande. Sin embargo, y ante el pasmo de todos, Yub entendió a la perfección las instrucciones de Cornelia, desactivando los rayos de seguridad para que todos pudieran avanzar.


El grupo se reunió de nuevo, y accedieron a una nueva zona. Por primera vez veían instalaciones propias de un laboratorio, y a unos científicos encerrados en una cámara estanca. Los golpes contra el cristal de la cámara y los gritos, presos de la insonorización de la sala, no fueron suficiente alerta para Cornelia. Muy al contrario, la diplomática corrió en dirección a los científicos, activando una trampa oculta que liberó gas tóxico en la cámara estanca. Ni que decir tiene que los científicos murieron en poco tiempo.

Y hasta ahí el resultado de la sesión. Espero poder seguir jugando esta campaña improvisada con mis primos, y poder contárosla.

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