Como sabéis, soy una persona de carácter débil que le gusta volver siempre a la seguridad de juegos pasados. Si no fuera por ello, este blog no existiría, la verdad.
Pues bien, hace poco publiqué un par de entradas con lo mejor y lo peor de cada Final Fantasy al que he jugado, y como cuando hago ese tipo de entradas mi mente me lleva sobre todo a los momentos buenos de esos juegos, he vuelto a caer en Final Fantasy X (el remastered que no era más que un lavado de cara) y quién sabe si tras él irá Final Fantasy X-2 para terminar de darle una última oportunidad y pasármelo de una vez por todas.
Así que aquí estoy, habiendo pasado ya por el Río de la Luna cuando escribo estas líneas y, por tanto, con el equipo completo de guardianes de Yuna (¡cómo es de exagerado en número ese grupo de guardianes que hasta en el juego lo ponen de relieve!).
Rejugando, me he encontrado con sensaciones y recuerdos pasados. Este juego fue el primero que tuve para PS2 (¡cuánto ha llovido!) siguiendo así una regla no escrita de estrenar cada consola con un Final Fantasy, si es posible (la PS4 la estrené con The Order 1886, un excelente juego que creo que merece su buena dosis de reconocimiento en esta entrada).
En esta nueva ocasión (creo que es la quinta o sexta vez que lo empiezo) quiero completar el tablero de esferas de todos los personajes con su desarrollo al máximo posible y hacer aquellas cosas que no he podido hacer nunca (que la verdad es que no son muchas). Para ello, habiendo tantos detalles que se me escapan en la cabeza y tantas cuestiones que pueden quedarse por el camino, tiro mucho de Eliteguias, aunque seguramente tendréis en mente otras guías como Meristation.
Como curiosidad, os diré que en esta nueva intentona he logrado ganar la Copa Yevon que se celebra como parte de la historia principal (habiendo aprendido antes el Chut de Jetch, claro está) y quería he derrotado al monstruo comechocobos no sin cierta preparación previa de los límites de Yuna y mi estimado Ifrit. Tanto lo uno como lo otro lo había logrado en anteriores partidas, pero raramente de manera conjunta.
Sin más, os dejo por ahora. No sé si os iré informando de mis avances (porque bien sabéis que estas partidas van para largo) aunque posiblemente lo haga si logro alguno de esos esquivos trofeos que tengo pendientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario