viernes, 30 de julio de 2010

Final Fantasy VII: Advent Children

Hace tiempo que tenía ganas de ver esta película: Final Fantasy VII Advent Children. La idea de una película de FFVII me atrajo desde el principio, sobre todo después de Final Fantasy La Fuerza Interior, que no tenía nada que ver con el juego, y no me gustó nada. Soy un ferviente seguidor de FFVII. He jugado infinidad de horas, me he pasado el juego infinidad de veces, intento tener a todos los personajes con la invocación Caballeros de la mesa Redonda en nivel MAESTRO, intento lograr todos los secretos, armas, accesorios... En fin, que soy un fan de FFVII a más no poder. Y creo que por ello, mis expectativas eran altas, vaya eso por delante. La siguiente opinión está basada en mi impresión, una vez meditada y en frío, de la película. Incluyo aspectos esenciales de lo que pasa, así que no sigáis leyendo si no lo habéis visto.

La calidad técnica de la película es indiscutible. Los escenarios, los detalles, los gestos de los personajes arrojan unas imágenes espectaculares. Los lugares eran reconocibles, aunque se echaban en falta más referencias geográficas, más variedad de escenarios. Me parecieron un poco raros los personajes, pero claro, acostumbrados como estamos a verlos con la calidad gráfica de 1997, cualquier mejora en la textura y el rostro de los héroes choca, ya que no es a lo que uno está habituado. En resumen, la calidad gráfica es el principal punto fuerte de película.

El argumento es malo a más no poder, ya no sólo en contraste con el del videojuego, sino en sí mismo, sin comparaciones ulteriores. El núcleo de la historia pivota sobre la aparición de una rara enfermedad que afecta a los niños del planeta. También cobra protagonismo el sentimiento de culpa de Cloud por la muerte de Aeris, algo que supuestamente había quedado atrás en el videojuego tras la destrucción del Meteorito y de Sephirot. La película reabre una historia cerrada y rebaja el nivel de la entrega de más calidad de una saga simplemente imprescindible. La historia resulta aburrida, esperando a que el espectador esté totalmente familiarizado con el videojuego para que pueda entender algo medianamente. Hay monstruos que no se entiende qué demonios son, como el que es invocado (¿Es Bahamut? ¿Es un arma?). Esa incertidumbre es lo único que me hizo sobresaltarme. Me parece que falta bastante explicación donde no la hay y sobra acción (No puedes hacer una película donde el 85% del tiempo hay batallas, por mucho que sea de un juego donde pegas hasta aburrirte). Las batallas y golpes en el aire son más propios de Matrix. Y esos saltos donde colaboran todos los protagonistas al grito de "Un poco más alto", me dejan sin palabras.

Los antagonistas no tienen carisma alguno, y resultan odiasamente idiotas e infantiles (En especial el colega de garra metálica). Son tan insulsos que no me quedé con sus nombres. Incluso, la aparición de Sephirot, que apenas dura unos pocos minutos, está metida con calzador. No puedes montar un clima de pseudo tensión (Tampoco me hizo levantarme del asiento ni nada) con "Que viene Sephirot", para al final que se resuelva en un abrir y cerrar de ojos. No puedes destrozar a uno de los mejores malos de los videojuegos rebajándolo a ese nivel.

En cuanto a los protagonistas, muchos estàn metidos con calzador, como el caso de Caith Sith, mientras que otros mucho más importantes en la historia del juego como Cid, Red XIII, o sobre todo Barret, no aparecen más que en momentos muy puntuales como mero testimonio de su presencia. Caso aparte me merece Vincent, personaje opcional en el juego y que parece imprescindible en la película. En cuanto a Tifa y Yuffie, la verdad es que no sé que pensr. La ladrona de Wutai sobra bastante, y la camarera del Séptimo Cielo queda relegada al final a un segundo plano tras unos primeros minutos de verdadero protagonismo.

Por su parte, Cloud parece que ha estado toda la vida pegado a una moto, cuando en realidad la usa unos minutos en el juego. Lo de la espada me parece caso aparte, con esas hojas, hojas y hojas que se unen... En fin, que un poco de respeto a lo visto en el juego no habría venido mal.

El trato a los secundarios es pésimo. La imagen de idiota que dan Reno y Ruda no es fiel en lo más mínimo al juego, donde parecían tíos duros. Escenas como el golpe de Reno a Ruda con su bastón no son de recibo. Mientras tanto, la aparición de Rufus está también cogida con pinzas.

Pero lo que más me indignó de la película fue el final con esa cura de la enfermedad de los niños al más puro estilo bautizo de Domingo. Todo era tan sumamente empalagoso que podrías frotar una tostada con el DVD y no necesitarías mermelada. Ya la escena con Zack  y Aeris era simplemente pésima y es volver sobre lo mismo una y otra vez. Reabrir la historia, com decía al principio. En resumen, creo que la película es prescindible y no hace justicia al videojuego.  

1 comentario:

Isaías Eb dijo...

Lo mejor de esta película era el corto de animación que traía en el DVD japonés (no sé si en el Europeo también)