domingo, 10 de junio de 2012

La evolución de Final Fantasy

Vuelvo hoy a escribir en la caverna con una entrada muy personal (más de la habitual si cabe) sobre el universo Final Fantasy. Poco conocimiento se puede aportar realmente a una saga de juegos tan conocida como esta. Sin embargo, sí que creo que puedo aportar mi experiencia y mi impresión personal sobre cómo ha ido evolucionando con el paso del tiempo.

Comenzaré con mis inicios con la saga. Al contrario que muchos otros, y ya que no disponía de la consola adecuada para ello, no me sumergí en Final Fantasy con sus primeras entregas. Muy al contrario, mi primer Final Fantasy fue el VII, que afortunadamente y como bien sabéis llegó a Sony por ese incomprensible amor de Nintendo por el cartucho. Este giro de plataforma, tan afortunado para Sony como para Final Fantasy, me permitió acercarme a este apasionante mundo.


Mucho he hablado de Final Fantasy VII en este blog, pero no está de más que vuelva a destacar las virtudes del juego. Su interesante trama, de calidad creciente a medida que se avanza en la misma, su universo tan detallado, y el sistema de materia, fueron puntos a favor del éxito de esta entrega.

Después de Final Fantasy VII, llegó Final Fantasy VIII. Tanto es así que en mi versión del primero de ellos se incluía una demo del juego donde aparece Squall. Recuerdo cómo despertó en mí un gran interés esa demo, creando una ansiedad en absoluto justificada una vez revisado el producto en cuestión. Final Fantasy VIII pecó de un guión bastante flojo, algún que otro personaje con poca enjundia, y sobre todo un sistema muy pesado. Si a eso añadimos aquellos combates interminables, tenemos un descenso evidente de la calidad de la saga.


Antes de jugar a Final Fantasy IX, experimenté con los Final Fantasy jugables con SNES. Esto me descubrió una serie de juegos de enorme calidad, interesante trama (sobre la lógica habitual de villano que quiere destruir el mundo), y multitud de elementos característicos como los Chocobos, los siempre odiosos Mog, los personajes llamados Cid, o Bahamut. En estos elementos aprecié la esencia de Final Fantasy, llevados a su máximo exponente en la VII entrega. Fue el conocimiento de estos juegos antiguos lo que impulsó todavía más mi gusto por las aventuras de Cloud Strife. 

Llegó Final Fantasy IX, y con él un nuevo impulso a la saga. La recuperación de los límites, si bien con un sistema peor que el empelado en Final Fantasy VII, o incluso la identificación de los personajes con profesiones clásicas de este universo, realzó su calidad. Por el contrario, los gráficos muy al estilo de viñeta francesa no me convencieron más que la estética MANGA de las anteriores dos entregas. En cierto modo, Final Fantasy IX tenía una estética más infantilizada. 

Final Fantasy X fue para mí un descubrimiento tardío pero agradable. Si no fuera por el sistema de combate, la infinidad de secretos casi imposibles de lograr y aquel exagerado uso de rivales casi indestructibles, habría ocupado un lugar en mis gustos por encima de Final Fantasy VII. Sin embargo, muchos aspectos hacen de él un juego que ensalza el espíritu de Final Fantasy. El blitzball es, sin duda, el mejor mini juego de la saga. Sólo por él merece la pena adquirir Fina Fantasy X, y sólo por él se sitúa por encima de muchos juegos propiamente de deportes. Los gráficos, en gran medida debidos a la tecnología de la época, también aportan valor añadido, pero no es éste un elemento determinante para apreciar la calidad de este juego.


Final Fantasy X-2 fue una broma pesada, un mal arreglo de un final poco ajustado al espíritu de la saga pero igualmente coherente. Se trató de una revolución para mal, para muy mal diría yo, con un sistema de combate novedoso que reintrodujo las profesiones de modo excesivo, y con muy poco acierto. Además, recuperó errores del pasado, incluidos los casi inabordables rivales de Final Fantasy X que tan poco me agradaron.

Tenía la sensación de que Final Fantasy X-2 se salía del guión de la saga, no terminaba de encajar. Obviamente el cambio de Square a Square Enix era cada vez más patente, y las entregas posteriores no desanduvieron el erróneo camino tomado. Final Fantasy XI no ha estado entre mis manos, así que nada diré de él. Prefiero callar al respecto y no arrojar ninguna opinión sobre él. Del que si hablaré, como ya lo hice en su momento, es de Final Fantasy XII. El resultado no me apreció mejor que Final Fantasy X-2. Personajes sin alma, guión absolutamente carente de lógica, confusión a la hora de seguir la historia. Demasiados puntos en contra para si quiera poder reunir fuerzas para continuar el juego bajo la premisa “Es Final Fantasy”.


Y en adelante, oscuridad. He tenido que buscar en Google para saber de las entregas posteriores, y eso es signo más que evidente de mi desencanto creciente con Final Fantasy. No sé si murió de éxito o si los cambios de cada entrega fueron más perjudiciales que otra cosa, pero lo que puedo decir es que esta saga no va por buen camino.

2 comentarios:

Raguan dijo...

Yo empece con FFVIII y despues de jugar a FFX volví atras y jugué a FFIII-FFVI en emulador o remakes de NDS. A FFXII no pude jugar porque se me escacharro la PS2, quiza lo juegue algun dia en emulador...

La question es que por último compré una psp de segunda mano y me dispuse a jugar a FFVII... Aún no he podido pasar de la primera hora de juego. Primero lo intenté en español, los graficos son muy feos, preferiria antes 2D pero es algo que podria soportar, pero la traducción, ouch, injugable, me sangran demasiado los ojos.

Lo intenté una segunda vez en inglés, mucho mas soportable, pero igualmente el inicio (la primera hora de juego aprox) se me hizo muuy pesada y no me enganchaba nada, y ahí se quedo. Según mi experiencia el peor FF, quizá algún verano lo retome...

Pese a la gran calidad de FF, hay juegos aun mejores, Tales of Phantasia (snes o psx) y Xenoblade (wii) los que me vienen a la cabeza ahora.

CAVERNA DE ROL dijo...

Gracias por comentar, Raguan.

Pues te puedo decir que, traducción horrible a un lado, Final Fantasy VII es un gran juego. Dale una oportunidad, que ya verás cómo gana.

Hay muchos juegos similares, y algunos de gran calidad. Yo apuntaría Rogue Galaxy, aunque Final Fantasy VII sigue siendo mi favorito.