Una de las grandes ventajas de estas fechas festivas es que uno puede quedar con amigos a los que hace tiempo que no ve, y frikear un rato largo con ellos. La última de estas citas ineludibles me permitió jugar a Juego de Tronos: el juego de cartas. He de decir que era mi primera experiencia con el referido juego de Edge, ya que no me he aventurado a caer en sus "malvadas garras", cosa que sí hice con el juego de miniaturas de X-wing.
Una de las razones por las que no me había dejado caer en este juego de cartas es que ya tuve mi ración de cartas con mi amado Star Wars CCG, aunque el juego de Edge es bien distinto al de Decipher. otra importante razón es que, he de reconocerlo, no me he acabado de leer ni el primer libro de Juego de Tronos (llamadme lo que queráis, incluso Lannister).