Los lectores más avezados se habrán percatado de que se trata de una expansión basada en la primera parte de El Hobbit. Efectivamente,
"Sobre la colina y bajo la montaña" abarca desde el comienzo de la partida del señor Bolsón hasta su huida a lomos de las águilas. Para aquellos que hayáis leído el libro, esto nos sitúa en
"De la sartén al fuego", uno de mis capítulos favoritos. Existe una segunda expansión basada en el Hobbit de la que también daré cuenta en el blog.
En esta "entrega" encontramos 165 cartas para dar vida a las aventuras de Bilbo y compañía. Sin embargo, sigue siendo necesario tener a mano la caja básica del juego, pues la expansión que nos ocupa no trae contadores de recursos ni fichas de avance o heridas. También nos harán falta cartas de la caja básica para configurar un mazo adecuado. Se puede optar por crear mazos que sean respetuosos con la cronología de El Hobbit, lo cual es lo más recomendable, o crear mazos con libertad. La expansión, que incluye un libro de reglas específico, también nos orienta sobre qué mazos crear. Sin embargo, se trata de mazos que mezclan cartas de distintas esferas de influencia, lo cual dificulta el juego. Por ello, conviene revisar las cartas de la caja básica y de la expansión y crear un mazo de una esfera de influencia por jugador. A fin de cuentas, crear mazos y estudiar estrategias es una de las partes más interesantes de este tipo de juegos.
Vayamos con novedades. Como supondréis, esta expansión trae una carta de Bilbo, que a los efectos del juego es un héroe que pasa cada turno a ser controlado por el jugador inicial, pero que no computa a efectos del límite de tres héroes por jugador. Otra peculiaridad de Bilbo es que tiene un icono de recursos especial que nos ayudará con algunos impedimentos de la expansión, como los incómodos sacos de los trolls. Los sacos impiden a los personajes ser preparados, unirse a misiones, etc... Ni qué decir tiene lo complejo que hace esto el juego, pero un grupo avezado de jugadores con unos buenos mazos podrán dar cuenta de los trolls.
La caja de la expansión es, como todo el juego, una maravilla estética. Sin embargo, y esto es lo que peor veo, no permite guardar las cartas de modo adecuado una vez que las metes en fundas. Por fortuna, la caja básica es suficientemente grande como para guardar las cartas propias del básico y esta expansión. Incluso, bien organizada, da para la siguiente expansión basada en El Hobbit.