viernes, 14 de marzo de 2025

Cosas que pasan: rejugando a FFX

Como sabéis, soy una persona de carácter débil que le gusta volver siempre a la seguridad de juegos pasados. Si no fuera por ello, este blog no existiría, la verdad. Pues bien, hace poco publiqué un par de entradas con lo mejor y lo peor de cada Final Fantasy al que he jugado, y como cuando hago ese tipo de entradas mi mente me lleva sobre todo a los momentos buenos de esos juegos, he vuelto a caer en Final Fantasy X (el remastered que no era más que un lavado de cara) y quién sabe si tras él irá Final Fantasy X-2 para terminar de darle una última oportunidad y pasármelo de una vez por todas. 


Así que aquí estoy, habiendo pasado ya por el Río de la Luna cuando escribo estas líneas y, por tanto, con el equipo completo de guardianes de Yuna (¡cómo es de exagerado en número ese grupo de guardianes que hasta en el juego lo ponen de relieve!). 

Rejugando, me he encontrado con sensaciones y recuerdos pasados. Este juego fue el primero que tuve para PS2 (¡cuánto ha llovido!) siguiendo así una regla no escrita de estrenar cada consola con un Final Fantasy, si es posible (la PS4 la estrené con The Order 1886, un excelente juego que creo que merece su buena dosis de reconocimiento en esta entrada). 

miércoles, 12 de marzo de 2025

Juegos de contrabando

Salimos del hiperespacio demasiado cerca de un campo de asteroides. El proceso de los cálculos de astronavegación, aunque pausado, había fallado. Nadie está exento del azaroso movimiento de los asteroides. 

- Extraño. Esto no está como la ultima vez que visité la estación - dejó escapar Ellors, seguramente creyendo que no le iba a escuchar. 
- ¿La última vez? ¿La última vez? - insistí- Sabía que estabas implicado. Seguramente los pyke también lo saben y nos han seguido. 
- No te quepa la menor duda de que nos han seguido. No confían en nosotros. Pero no, no estoy implicado en esto. He venido muchas veces a esta estación, para enseñar a pilotar a los pilotos que venden sus servicios a los contrabandistas y clanes que traen su mercancía hasta aquí. 

Después de esa conversación, y de esquivar algún asteroide "fuera de lugar", pude comprobar a lo que se refería Ellors sobre que el sitio no estaba como la última vez que lo había visitado. Tras unas cuantas maniobras que despegaron nuestro ángulo de visión vimos que gran parte de la estación había volado en pedazos y un ingente número de cajas de cargamento estaban esparcidas por aquí y por allá.