Lo sé, llevo un mes y un día sin aparecer por la caverna. El mes de junio y el de julio han sido más atareados de lo que creía, y no me he podido sentar frente al ordenador para avanzar en la aventuras que os prometí. Aún así, he reunido algo de fuerzas, y de tiempo, para hablar de un videojuego que me vino el otro día a la cabeza: Grandia para PlayStation 1.
Es posible que no conozcáis este juego, aunque me gustaría que sí y espero que sí. Incluso, es posible que lo conozcais esteis gritando a la pantalla del PC o del móvil, o donde quiera que leais esta entrada. Sea como fuere, por si acaso, ahí van unas líneas para presentarlo debidamente.
Grandia (me centro solo en el primer juego de PlayStation 1) vio la luz allá por 2001 en Europa de la mano de Ubisoft. Es un videojuego con unos gráficos muy peculiares, pues es como si estuvieras viendo dibujos animados. Esos gráficos acompañaban bastante bien el tono infantil del juego, que estaba especialmente marcado en los primeros compases del mismo.