Uno de los juegos que con más ilusión esperé fue The Old Republic. Estuve pendiente de todo y cada uno de los trailers de enorme calidad que salían a la luz sobre el juego. Para que os hagáis una idea, he aquí el que fue uno de los primeros vídeos.
¿Impresionante, verdad? Es evidente pero The Old Republic se trata, para los que no lo conozcáis o no os haya sonado de nada el vídeo, de un juego de Bioware que sigue, en cierto modo, la saga Knights Of The Old Republic.
Os preguntaréis, lícitamente, qué es eso de "en cierto modo". The Old Republic se supone continuación de Knights Of The Old Republic II: The Sith Lords. Sin embargo, los cambios son drásticos de una entrega a otra:
Para empezar, la línea temporal ha sido bruscamente quebrada. Si entre Knights Of The Old Republic y su segunda entrega transcurrían unos cuantos años, ahora estamos ante un salto de más de cien años. Nos encontramos en la Antigua República, sí, pero de Revan poco se debería saber tras ese lapso de tiempo. Personalmente, y sin conocer la trama del juego en profundidad, esto me desanimó profundamente, pues la historia de Revan, tan magistralmente planteada en Knights Of The Old Republic, se diluiría todavía más que con The Sith Lords.
Pero la historia, confiando en la siempre gran pericia de Bioware y el universo Star Wars, no siempre es el factor determinante de un juego. Por ello, uno se fija en otras cosas, y espera, por ejemplo, un sistema de juego atractivo. En este aspecto la novedad respecto a las anteriores entregas volvía a manifestarse. The Old Republic es un juego de multijugador masivo en línea (MMO), lo cual nunca me ha gustado, y menos para esta saga. Puede que el combate al estilo de las dos anteriores entregas esté ahí, pero también lo estará el ejército de jugadores en línea que te acompañan.
Para mí, los MMO no son atractivos. Suponen la necesidad de contar con terceros para lograr ciertos retos e incluso, en el peor de los casos, para pasarse el propio juego. No quiero que mis posibilidades en un juego dependan de si doy con un grupo on line de juego con el que participar, si bien tampoco es una tarea complicada.