En más de una ocasión os he contado mis pinitos como director de juego de MERP y, más recientemente, de Star Wars d6. Rara vez me he visto en un papel que no sea el de director de juego, hasta el punto de resultarme extraño no estar en una mesa de rol tras la pantalla correspondiente.
Casi puedo contar con los dedos de las manos las veces en las que he podido interpretar a mi propio PJ.
Ante esta situación, en la que casi ni cato un PJ, se me antoja imprescindible que el grupo de juego rote el director de vez en cuando. Es una cuestión de higiene rolero-mental que sin duda beneficia por distintos motivos tanto a la mesa de juego como al director de turno:
No hay una sola forma de dirigir. Como bien sabéis, "cada maestrillo tiene su librillo". Su forma de dirigir, de encauzar a los jugadores por uno u otro lado, dando más peso a una vertiente u otra del juego de rol, diferencia de modo irremediable a unos directores de juego de otros. Así, los PJs se convierten en personajes multidisciplinares, que se adaptarán en su desarrollo y serán más ricos.
Es más divertido. Entronca claramente con la anterior idea, aunque desde una vertiente distinta. Igual que cuando se logra un hito jamás conseguido en ese videojuego que tenemos trillado, tener otro director de juego lleva a los jugadores a un estado de tensión ante la vertiente que puede tomar ese nuevo director de juego. ¿Les hará la vida imposible? ¿Será una madre? ¿Llevará a raja tabla el sistema de juego?
La monotonía aburre. Tanto para el director de juego como para los jugadores, cambiar de lado de la mesa de juego debe ser un aliciente. Verse en una situación distinta a la habitual nos sacará de la normal general, haciendo que debamos plantearnos qué hacer. El director de juego que se ve abocado a ser jugador pensará en cómo devolvérsela a aquel jugador que le tocaba las narices y ponía pegas a todo. El jugador se verá en la tesitura de lidiar con problemas que ni se había planteado hasta el momento.
Reactiva al máster "por defecto". No sé a vosotros, pero cuando soy dirigido me entran ganas locas de dirigir yo. Pienso en "yo lo habría hecho así", "creo que ahí se ha liado", "esa idea me la apunto para la próxima que dirija".
Aporta variedad a la mesa, ya que la forma de trazar la aventura, de dirigir, de narrar la acción, ganará enteros con los nuevos directores. Con esto volvemos al inicio, por qué no reconocerlo, pero creo que es un buen cierre. No hay una sola forma de jugar a rol, ni nadie ha nacido sabiendo de esto. Ver a otros directores en acción aportará nuevos enfoques y formas de dirigir a incorporar para futuras partidas.
En fin, aspectos variopintos para rotar al máster, y uno para no hacerlo: que no apetezca en absoluto, que también es respetable, ¡oiga!.
12 comentarios:
solo le veo un pequeño problema al raotamiento de director y es ¿como engañas a los jugadores para que empiecen? :D
Estoy mas o menos en la misma situación, sólo que tengo a Bano como Máster adjunto dando por saco al otro lado de la mesa y cuando estoy muy quemado le obligo a dirigir a él... a pesar de sus protestas ;)
Bueno, nadie dijo que fuera fácil, Ki, jeje. Muchas veces estos directores de juego salen solos, porque tiene ganas de crear su propia aventura.
En mi grupo de MERP había uno con el que me solía turnar, lo cual es bastante meritorio teniendo en cuenta que yo era quien tenía el libro básico.
Gracias por comentar.
Los intentos de "rotar al master", como lo llamas fallidos suelen acabar con la "mesa de juego" slatando por los aires, jugadores que no se hablan y demás.
De todas formas ahí es donde se ve de verdad con quién estas en la mesa.
Como ya comentan varios, es una tarea complicada, que no suele acabar bien.
Es mejor tener disponibles más mesas de juego y si en una diriges en otra poder jugar para activar esos sentidos y esas sensaciones que mencionas, que tienes mucha razón.
Somos seres de costumbres y nos gustan las mismas cosas aunque no lo digamos XD
Gracias por comentar, Christian.
Muy cierto lo que indicas de que ahí es donde te das cuenta de con quién juegas. Si se llega a discutir por esto, mal vamos.
Yo creo importante que, si se plantea de modo adecuado, los miembros de la mesa den un poco de cuartelillo al director de juego y le dejen liberarse de la carga de dirigir de vez en cuando. Más que nada para que no se queme el director de juego "por defecto".
Saludos.
Gracias por comentar, Sendel.
Mi problema es que, si apenas encuentro tiempo para jugar con un grupo, resulta complicado encontrar otro en el que actuar como jugador.
Eso sí, si hay donde elegir, mejor alternar mesas y roles. El que pueda hacerlo, genial!
Un abrazo.
Suerte tienes si lo consigues, y es una experiencia muy satisfactoria, el cambiar tu lugar en la emsa de juego
Gracias por comentar, Beelzenef.
Sí, sin duda sería satisfactorio, no solo para el director de juego que se oxigena, sino para el jugador que valorará más la complejidad de dirigir.
Saludos.
El problema es que hay jugadores que sólo aceptan a X o a Y como directores, negándose a jugar si durigen otros (por mi, que no juegen, menos lastre).
Esto se complica cuando alguien suelta lo de "total, si estamos aqui para pasarlo bien, da igual quien lleva la partida, que siga dirigiendo fulano y así jugamos todos"
Leches, si da lo mismo quien dirija, dejad dirigir a otro, y si alguien se enfada es que realmente no ha venido a divertirse, no?
Gracias por comentar, Christian.
No puedo estar mas de acuerdo contigo. Si la diversión de la mesa depende de "trollear" a uno, mal vamos. De ahí que me parezca interesante plantear esa rotación para no quemar al director de juego.
Saludos.
Hola.
Me he visto en un espejo con este post: este domingo roto al rol de Pj y dejo tras la pantalla a otro miembro del grupo. Estoy muy ansioso porque llevo más de 5 años dirigiendo y por fin alguien se anima a suplirme :P.
Muy buen articulo.
Un saludo.
Gracias por comentar y por compartir tu experiencia, Sandro.
Es fantástico que alguien te supla y puedas disfrutar del rol de PJ, que por lo que cuentas ya te tocaba. Me alegro de que te guste la entrada.
Un saludo.
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