Hoy llego fiel a mi cita de los jueves, que últimamente es bastante complicado, para comentar algo más de Sombras de Guerra. Hace unas semanas os daba mis primeras pinceladas sobre el juego. Hoy, habiendo llegado hasta el Acto Cuatro, tengo más impresiones que compartir con vosotros. Avisados quedáis de que os podéis comer algún que otro SPOILER.
Lo primero que diré en esta ampliación de opinión, es que el juego me encanta. La historia es buena, aunque creo que no tanto como en el primer juego (tal vez por la novedad). En todo caso, sentirme en Mordor y ver todo ese ambiente, es de agradecer. No hay novedades que te vuelvan loco respecto a Sombras de Mordor, aunque tampoco le hace falta.
Lo más destacable hasta el momento es la conquista on line de otras fortalezas y las revanchas de otros jugadores. Es en estas dos facetas donde logramos mejores recompensas y una mayor cantidad de experiencia. Hasta el momento, con Talion en nivel 49, lo que más echo en falta es lograr más rápido experiencia.
Llega el SPOILER. Estoy en un momento de la historia en el que Celebrimbor me ha abandonado a mi suerte y he tenido que recurrir a Ella Laraña. La verdad es que esta faceta de Talion como no muerto (todavía más no muerto) no es que me haga mucha gracia. Ser un nigromante roza "lo chungo". Lo curioso de esto es que puedes resucitar a tus orcos y paliar, en cierta medida, el trabajo que supone reclutar orcos, subir niveles con ellos, y hacer muchas misiones. Con esta nueva habilidad que maten a uno de tus orcos (lo cual no es nada raro en las conquistas y defensas de fortalezas) no es tan traumático.
Voy terminando. He avanzado mucho en el juego, y casi sólo me queda por hacer las misiones principales. He perdido la cuenta de las horas que le he echado al juego, aunque merece la pena. Así, a bote pronto, sólo echo en falta alguna curiosidad de Sombras de Mordor como la recolección de hierbas o la caza de bestias, pero es poco en comparación con lo mucho que me está ofreciendo Sombras de Guerra.
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